Nota tomada de: www.poresto.net
Paramédicos de la Cruz Roja y un enfermero del Hospital San Carlos se salvaron al volcarse la ambulancia en la que viajaban después de llevar un paciente a la ciudad de Mérida
TIZIMIN, Yucatán, 10 de julio.- Gracias a que todos portaban el cinturón de seguridad, dos paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y un enfermero del hospital San Carlos se salvaron de sufrir lesiones graves al volcarse la ambulancia en la que viajaban esta madrugada en la carretera Mérida-Tizimín, tramo Temax-Buctzotz.
Los socorristas regresaban a eso de las tres de la madrugada a esta ciudad luego de dejar a un paciente en algún hospital de la capital yucateca, pero dos kilómetros antes de llegar a San Antonio Cámara, el conductor, del que no se pudo obtener el nombre, perdió el control de la unidad, la cual se internó en la maleza y tras dar volteretas quedó encima de una albarrada.
La ambulancia YUC-19 es una de las que se encontraba en mejores condiciones y que estaba al servicio de la comunidad, y era usada con frecuencia para el realizar traslados a la ciudad de Mérida.
Luego de que la Policía Federal tomó conocimiento de este hecho de tránsito ocurrido a las tres de la mañana, una grúa rescató la ambulancia accidentada y la trasladó a esta ciudad.
Grave denuncia
Tras este accidente suscitado la madrugada de este domingo, ex socorristas de la benemérita institución dijeron que no es algo nuevo que a los socorristas se les explote para el traslado de pacientes a la capital yucateca y que ocurre de manera frecuente porque al delegado local, señor Wilberth Segura Palma, sólo se fija en las cuestiones económicas y no le importa el riesgo de quienes casi de manera voluntaria trabajan para la Cruz Roja.
“Digo casi de manera voluntaria porque hay un incentivo de 600 pesos a la semana, y por esos 600 pesos uno está obligado a cubrir sus horarios de 24 horas y en su día de descanso se les obliga a “donar” 40 horas voluntarias a la institución.
Es decir que al concluir su turno, si al llegar a su casa se requiere de un traslado, el paramédico no puede negarse a prestar el servicio voluntario si el delegado se lo pide.
“No está muy fácil ese trabajo, a mí me encanta pero ya no pude seguir ahí y renuncié, pero la verdad mis respetos para los que siguen ahí”, dijo uno de los entrevistados.
El informante no descartó la posibilidad de que el señor Segura Palma vaya a querer responsabilizar y cobrarles la ambulancia a los que viajaban en ella.
“En realidad él tiene la culpa, es un prepotente y nadie se queda, esos muchachos que están ahí lo hacen porque les gusta el trabajo. Además se le ha pedido que gestione el Seguro Social y no lo hace”, indicó.
Aseguró que los socorristas prestan servicios, arriesgan su vida, pero no tiene seguro social y la institución sólo se hace responsable del pago de un seguro de vida en caso de fallecimiento.
Este accidente también sirve para hacerle un llamado a la delegada estatal, Michelle Byrne, para que se practique una auditoría a la delegación local, ya que por cada servicio que la ambulancia presta a la ciudad de Mérida el señor Wilberth Segura Palma cobra 2 mil 800 pesos, y de ello el paramédico no recibe ni un solo peso adicionales a los 1,200 que cobra de manera quincenal.
(Isauro Chi/ Carlos Euán)